miércoles, 28 de febrero de 2018

Carteles de Sevilla y Madrid, largas tardes de piedra


Pues cualquier oportunidad es buena para agradecer el apoyo de tantos amigos. Muchas gracias

Sevilla ya hace tiempo que publicó los carteles de feria, preferia, de San Miguel y ya puestos, podían haber incluido los del año siguiente. Y de Madrid ya se conoce algo más que un simple apunte, más bien solo quedan las últimas pinceladas de un cuadro que vuelve a costar diferenciarlo del que nos pintaron años anteriores; da igual la empresa, el resultado es el mismo, algo que no es exclusivo de la plaza capitalina, que si nos quitan el cartelito de arriba, ahí dónde pone plaza de tal sitio, lo mismo podría poner Madrid, que Sevilla, que Caudete de los Montes. Bueno, perdón, en Caudete de los Montes incluirían una capea para los mozos, algo impensable en Sevilla o Madrid, que dicen, eso dicen, que son plazas muy serias.

Que yo entiendo, y comparto, ese deleite de los aficionados de comentar los carteles, de si viene fulanito o menganito, si vuelve tal ganadería o la otra no, pero es que al final todo es lo mismo, no hay aliciente y si acaso se repara en la ausencia del Juli, nos damos cuenta de que hay aficionados que hasta sienten alivio por librarse de tal trago, pues para ellos no deja de ser un verdadero trago. Pero por lo demás, la vida sigue igual. Es como aquel personaje de Amelia que todos los años pintaba el mismo cuadro de Rendir. Las pinceladas no son exactamente las mismas, pero en el conjunto hay poca variación de un año para otro.

Los taurinos exhiben con menos reparo, sin complejos, lo que ellos consideran grandezas ignotas para el vulgo y nunca antes disfrutadas por los simples mortales, ganado chocho y toreros vacíos de torería, clones de los maestros del fraude que con tanto desparpajo defienden la trampa. Si tomamos el ejemplo de lo que parece que se nos vendrá encima en Madrid, parece que la cosa se divide entre los carteles del circuito comercial y los demás. En el primero están los considerados figuras, que no quier3e decir que lo sean, y los acogidos bajo el manto de las grandes casas, esas empresas que parecen ETTs del toreo, que lo mismo te cogen, que te tiran, que emplean a matadores que les salvan el expediente un año y al que viene, ya se verá. Y por otro lado están los que apechugan con lo que los del primer pelotón no quieren ver ni en foto. Si hasta se habla de que algunos han pensado en cerrar su cuenta de twitter o facebook para no llevarse la desagradable sorpresa de que un aficionado de los que viajan por el campo bravo les muestre lo que es un toro.

Llama la atención y resulta muy ilustrativo como en ese avance de carteles de Madrid ya se han cerrado los festejos del circuito de coros y danzas del mercantilismo taurino; que los Roca Rey, Manzanares, Talavante, Perera, Luque, Garrido y un penoso etcétera ya tienen reservada plaza con lo más comodito que come pienso en el campo patrio. Eso sí, si vemos la tarde de Saltillo, aparecen como matadores Octavio Chacón y otros dos. ¡Caramba! Pocas prisas para apuntarse a esa, ¿eh? Pero claro, es que con esa los artistas no se pueden “expresar”, que entre carrera y carrera no hay otra expresión que la del pánico e incapacidad. Que en esas no esperamos gollerías, nos vale con ver a tres tíos plantar cara a lo que salga por toriles, a tres que lidien y puedan a una corrida de toros y a lo mejor, sin que haya reparto de despojos, hasta nos parecen triunfadores todos los que al arrastrarse el último de la tarde salga andando de vuelta al hotel.

Pero quizá todo esto no sea lo peor de esta programación tan previsible, como poco atractiva. Quizá lo peor de todo sea esa idea de que todos los toreros son artistas y que swegíun con qué tipo de toro no pueden expresarse, no pueden crear arte. Pero, ¡Vamos a ver! Si ahora mismo es difícil encontrar a uno que vista de luces que sea capaz de hacer arte ni con el carretón. ¿Que me van a contar ahora que Perera o el Juli o el amanerado Manzanares, el componedor Díaz, Castella, Talavante, el aventador Roca Rey o quién quieran poner a continuación van a torear con arte? Ya me daría con un cantito en los dientes si al menos torearan, en el sentido estricto de lo que esto significa. Que para torear hace falta toro, justo lo que no vemos anunciarse en el mismo cartel en el que cuelgan el nombre de estos fenómenos. Pongamos el contador a cero, a ver cuántos puyazos, que no entradas al caballo, reciben las dos de Cuvillo, por poner un ejemplo. Pero da lo mismo quedarnos en Madrid, que viajar a Sevilla, dónde el toro pareció extinguirse hasta de los carteles anunciadores.

Que no dudo que se puedan cortar despojos a troche y moche, que hasta haya salidas a cuestas, pero esto no es más que abundar en la coartada para ocultar la verdad. Una verdad que se hace patente con la grosera vista del cemento. Pero es que ni aunque lograran llenar más de docena y media de tardes podríamos sentirnos satisfechos, que en realidad es lo único que preocupa a los taurinos, el que puedan llenar, porque esos idílicos llenos serán a costa de trincar a mucho transeúnte, que como su propio nombre indica, son gente que va de paso, que aguanta poquito, que a las primeras de cambio cambiarán la tasca venteña o maestrante por otra en que las tapas sean más abundantes y las copas más generosas y a mejor precio. Nos presentarán estadísticas de asistencia en las que igual hasta se superarán números de años precedentes, pero, ¿por qué no comparan, como en el caso de Madrid, con aquellas ferias en que se contaban las tardes por llenos? Ahora se pueden estirar las piernas demasiadas tardes en una feria, es más, son pocas en las que hay que acomodarse lo mejor posible entre codos, rodillas y espaldas ajenas. Eso sí, lo que parece inevitable, a pesar de todas las obras de acondicionamiento que quieran abordar los propietarios de ambos cosos, continuará la primavera nos traerá alergias, calor y tormentas repentinas, junto con los carteles de Sevilla y Madrid, largas tardes de piedra.

Enlace programa Tendido de Sol del 25 de febrero de 2018:

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la falta de emoción ante la ausencia del toro como debe ser,sumado a la vulgaridad de los toreros es una fiesta mediocre y aburrida.El daño a los cimientos de la fiesta es grande.
M.D.S.

Enrique Martín dijo...

M.D.S.:
Pues ya ves que el maestro Joselito nos quiere demostrar que esto puede ir a peor.
Un saludo

Anónimo dijo...

Enrique, encomendémonos al "dios torista" porque del resto hay poco que rascar. Ya sabemos que la empresa intenta abaratar los carteles a costa de lo que sea pero es que tampoco hay mucho más. La tauromaquia ha degenerado, sólo nos queda esperar que alguna ganadería de las duras nos alegre la tarde porque también han pegado últimamente petardos monumentales.

¿Qué recuerdas del San Isidro pasado? Yo prácticamente nada, si no es por los desafíos ganaderos me retiro de la plaza.

Un abrazo
J.Carlos

Vaquero solitario dijo...

Estaré rellenando cemento el día de saltillo,con mi máximo respeto a la terna que lidie la corrida,veré lo que es la base de este espectáculo que están degradando muchos de los que defiende la tauromaquia cara al publico,

Anónimo dijo...

Con Saltillo sobran las pipas, comentario de la vecina de mi localidad el pasado San Isidro,Dios mediante este próximo
También estaré,veré a toreros que
luchan por habrirse camino ante toros que el monopolio de las figuras no quieren ni oirlos nombrar. Cada vez estoy mas combencido que los aficionados que colocamos al toro, como base principal de la piramide al publico como sostén economico y
torero como lidiador que somete la fuerza de un animal por medio de su inteligencia para que sea admirado de quien pasa por taquilla,en este orden creo que se pasaran mas tardes incomodas en los tendidos, pero mas llenas de emociones y sobresaltos, que al fin es la esencia de esta fiesta,¡a! Y nos sobraran las pipas.

Enrique Martín dijo...

M.D.S.:
Y cómo él siempre parece conseguir lo que se propone, igual nos da el disgusto y nos acaba avergonzando.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Lo que dices es el ABC de esto, que salga el toro. Me acuerdo de aquella lidia de Iván García y poco más y así desde hace tiempo.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Vaquero solitario:
Pues esa será una de las tardes esperadas. Si nos paramos a pensar, aquel día hace años echó una malísima corrida de toros, mansa de libro, pero nadie se aburrió porque la casta espanta el sopor y a pesar de la mansedumbre, el aficionado sigue esperando los Saltillos.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Así es , si hay toro, no hay pipas y si hay pipas, igual es que se está esperando al toro. Que no hay otra, que cuándo esto obedece a la definición estricta de tauromaquia, la lucha con el toro, entonces todo se pone boca abajo y es una delicia
Un saludo