domingo, 17 de julio de 2016

Lo inevitable

Hay momentos en los que merece más la pena agarrarse a realidades paralelas, que soportar la cotidiana


Dice el saber popular que en la vida todo tiene remedio, menos la muerte, aunque quizá esto no sea del todo exacto. Cuando nos vamos, cuando dejamos este mundo, lo que resulta inevitable de todo punto es que la vida siga, los nuestros nos llorarán, lo sentirán y nos echarán de menos el tiempo que cada uno sienta, otros se apenarán, también los habrá sorprendidos, indiferentes y dependiendo de factores como la fama, la envidia y lo que hayamos dejado en nuestras vidas, hasta puede haber que los haya que se alegren. Ya digo, inevitable. Aunque ahora, pasados los días, aparte de parecernos imposible que fuera inevitable salvar a un torero, en estos tiempos en lo s que todo parece posible, dominar la naturaleza, amansar a las fieras, la felicidad perpetua, el buen gusto generalizado, el buenismo universal, pero resultó imposible desterrar la muerte del ruedo. Qué lección de vida y de muerte, esa seguridad en la que muchos confían a ciegas, no es real.

También resulta inevitable el hecho de que ante ciertos acontecimientos asome la estupidez humana. Cuando llueve salen los caracoles y cuando la desgracia aparece, los... hay quién se  quiere aprovechar y busca su protagonismo, creyéndose los reyes del mundo, los adalides de la verdad, de la paz, del humanismo, del animalismo y de la bobaliconería. Anda que no se han dado casos de mentes humanas que han puesto todo el empeño del mundo en sacar a relucir su bajeza humana y sus limitaciones como persona. No creo que haya que descargar la ira sobre ellos, yo no lo voy a hacer, porque creo que es una pelea inútil, aunque no me guste ni un pelo. Eso sí, si los que sí tienen la posibilidad de actuación efectiva y las armas legales que la justicia pone en su mano, ejercen sus derechos y descargan toda la fuerza de la ley sobre estos oportunistas de cuarta, créanme que me alegraré y mucho. Lo celebraré y hasta puede que me sienta reconfortado, a pesar del nefasto motivo que dio origen a toda esta vorágine de insultos y faltas de respeto desmedidas.

Confieso que en principio yo no tenía ninguna esperanza en que esa unión de taurinos pudiera ser útil para nada que no fuera el proteger el negocio de los taurinos, pero, ¡caramba! Los acontecimientos actuales y su apoyo a la familia del matador de toros Víctor Barrio ya justifican su existencia. Pasaré por alto ese victimismo de algunos que se han manifestado en estos días, las circunstancias hacen que no se les pueda exigir ni mesura, ni recato, ni incluso sentido común, el golpe ha sido muy fuerte y la tensión también tiene sus efectos, que de ninguna forma hay que tener en cuenta, faltaría más; es más ese victimismo del que hablaba, puede llegar a entenderse. Cuándo el dolor resulta insoportable, cuándo no se entiende ese acoso, los ataques desmedidos, el verse  insultados y despreciados con una virulencia insospechada, hay que dejar a un lado la crítica, habitual y quizá merecida, pero en otros momentos, ahora toca intentar liberar toda la comprensión de que seamos capaces.


No esperemos humanidad en quién parece que solo conoce la animalidad, no esperemos comprensión en quién atesora tanta ignorancia, ni tan siquiera se puede esperar que aspiren a ponerse por un segundo en el lugar del otro. Quizá se han metido tanto en su papel de divinos amantes de la naturaleza, de su naturaleza, la que ellos tienen en su cabeza, que parece inevitable que excluyan todo aquello que no entra en los parámetros del progresismo que equipara con absoluta despreocupación a las personas con los animales. Incluso algunos pretenden que los demás cambiemos la dieta que heredamos del homo sapiens sapiens. Pero eso es otra historia. ¿Imaginan ustedes a estos amantes de la paz mundial, de los derechos de los animales diciéndoles esas barbaridades a la cara a los familiares del torero desaparecido? Yo quiero pensar que no serían capaces de tal cosa, es más, estoy convencido que ni lo harían, ni permitirían que nadie perturbara la paz que tan brutalmente se les arrancó de sus vidas. Entonces, ¿por qué vomitan tanta barbaridad sobre el teclado de un ordenador o en un mensaje a través de un teléfono móvil? ¿Es que no pueden evitar esos arranques de necedad? ¿Tan difícil les resulta pensar cómo si fuesen seres humanos? Es verdad que también los ha habido que han sabido diferenciar entre personas y animales, independientemente de que estén en contra de los toros, lo mismo que la respuesta de quienes se dicen aficionados a los toros podrían equipararse en el nivel de estupidez y salvajismo al de los de enfrente, pero es que ahora, llegados a este punto, no estamos hablando de toros sí o toros no, estamos hablando de comportarnos como personas o como animales, de sensibilidad ante el hecho de que un hombre de 29 años ha perdido la vida de forma brutal, de los que se han quedado para llorarle el resto de sus días y de que unos... de que haya quién sea capaz de burlarse del dolor ajeno, de despreciar la muerte de una persona, en este caso de un torero, y de llamar asesinos a quienes quizá más hagan por un animal, por el toro, para su conservación y bienestar. Pero en estos momentos, la incomprensión, el absurdo y la deshumanización parecen ser parte fundamental de lo que nunca debería ser, lo inevitable. 


Enlace programa Tendido de Sol:

8 comentarios:

julian zorzano dijo...

Muy buen articulo,sabe lo que pasa que en los tiempos que estamos esta gente pasa medio día frente a una pantalla y un teclado,y la otra mitad entre dormir y comer y no son humanos,no se relacionan ni socializan y se están convirtiendo en maquinas sin cerebro ni corazón,el mundo cerrados en una habitación y frente a un teclado para dar rienda suelta a su triste vida

Enrique Martín dijo...

Julián:
El panorama que pinta es horroroso y en el mejor de los casos, aún sin llegar al extremo que describe, están alejados de la naturaleza y esta la adaptan a su visión extraordinariamente limitada, manipulada y a veces carente del más mínimo sentido común. Un saludo

Anónimo dijo...

"...mi infancia son recuerdos de un patio en un cortijo de la Baja Andalucia.
Saludos, en los recuerdos de mi infancia la vida transcurre serena y apacible, sencilla y mansa, Ajenos a las modas y modismos, las estaciones se suceden sin tregua...y un huerto claro donde madura el limonero.
En nuestro cortijo, como en todos los demás, todo clase de animales domésticos. Nunca, ni uno solo estaba por adorno, cada animal de los que conviven con el hombre tenia su razón de estar.Hay una necesidad... hay un animal.
Todos, desde el enorme perro mastín hasta las zuritas del palomar tienen su función, su razón de ser y estar. Los niños aprenden bien pronto que nos alimentamos con los animales que cuidamos en casa, es decir : " Las cosas de comer no son pá jugar". Recuerdo haber visto muchas veces a mi padre y a mi abuelo sacrificando un chivo, matando un par de pollos, otras veces algún conejo ...en los años setenta los habitantes del cortijo no ivan al Mercadona a hecer la compra de la semana,los niños de entonces comíamos lo mismo que los niños de hoy, solo que los niños de antes sabíamos de donde viene la carne que comemos y la verdad nunca vimos a nuestros padres como asesinos, palabra, que no estábamos en eso.
Por lo demás, a pesar de que la vida ha cambiado tanto y tanto en los últimos 20/30 años, seguimos cubriendo nuestras necesidades con los animales que cuidamos, hay drogas en el aeropuerto...ahí está el perrito, hay amor por el ácido úrico... ahí están las cigalas y centollas, qué desea usted tener un tigre en su regazo mientras ve los noticieros castrantes...ahí esta ese gatito castrado, o ese perrito, (castrado también); supongo que nuestras vidas son más humanas y el "estado de bien-estar" abarca y se extiende también a la relación con los animales que conviven con nosotros. Dicho toda esta larga presentación, que muy bien podría haberme ahorrado, de un tiempo a esta parte, se ha extendido entre la población mundial una suerte de conciencia ético-ecológica a la que no escapa nada ni nadie. Puestos a pensar, creo que esto es o debería ser bueno, no hay nada de malo en que estemos seriamente comprometidos en dejar un planeta razonablemente limpio y habitable a las generaciones que nos han de suceder...y hete aquí el meollo de la cuestión, ahora, aquí es donde empiezan a surgir preguntas y más preguntas, muchas de las cuales les plantearía yo a los lumbreras y ases del Twiter y el Faceboock, oigan, no podrían ustedes dirigir su inquina hacia los que estan pudriendo el agua que bebemos??? el aire que respiramos??? saben ustedes que gran parte de las aguas que nos dan a los agricultores para regar los campos donde se cultivan las hortalizas que TODOS comemos llevan altos porcentajes de antibioticos en disolución?? saben ustedes que cualquier individuo lleva en sangre unas 300 sustancias que hace cincuenta años no estaban en nuestro organismo ??
Como es posible que un piloto de carreras que pasa el maldito dia contaminando el medio ambiente con sus maquinas, que usa un mono de protección de piel animal...nos venga a dar lecciones de moral y ética ecologista ??? oiga no sería mejor pedir responsabilidades a los fabricantes de automóviles que han mentido, engañado y traicionado a la opinión publica trucando motores, vendiendo ecologismo ???
... o quizás es que tenemos muy mala conciencia, porque lo cierto es que a pesar de tanto postureo barato y tanto ecologista de ocasión,la evidencia es que el medio ambiente se esta yendo al carajo a una velocidad que da vértigo y según se ve por lo dicho en las redes sociales los taurinos son los culpables...y del calentamiento global...deshielo de la Antartida...cambio climatico...contaminación marina y caladeros esquimados...a la cuenta de los Taurinos.
Posdata: buscar en Google un articulo relacionado con Zoofascistas.

Señor Enrrique, no me he quedado ni tan pancho ni tan agusto, simplemente tenia ganas de decir cuatro cosas.
Saludos desde Almeria, Ängel.

Eugenio Vidal dijo...

Chapo

Anónimo dijo...

Que suerte tenemos los espectadores de esta grada seis ,poder encontrarse y disfrutar con comentarios como los sullos y los de Angel.Larga vida a esta mi grada.

Enrique Martín dijo...

Ängel:
Ya lo creo que se ha quedado a gusto, jajajaja. Menuda parrafada. Pero ya en serio, son unos párrafos llenos de sentido común, de amor a la naturaleza de saber diferenciar entre hombres y animales y que el cuidar a estos no significa que se les mate para comerlos. Porque es que ya hemos perdido hasta la conciencia de lo que somos. Muchas gracias, muchas y cálidas, por este ejercicio de generosidad y sabiduría, a ver si se nos mete el sentido común en la sesera y dejamos de juzgar la naturaleza desde el sillón de casa, con el mando en la mano, el móvil en la otra, la nevera llena, el desayuno, comida y cena asegurados y hasta el picar entre horas. Nada nos conmueve si no lo vemos y cuándo vemos algo, nos quedamos con lo superficial, sin pararnos a rascar un poquito más.
Un abrazo y de nuevo, gracias

Enrique Martín dijo...

Eugenio:
Gracias

Enrique Martín dijo...

Anónimo, gracias a ti por los halagos, a los que me sumo en lo referente a Ängel y gracias por considerar tuya esta grada. Es un orgullo.
Un saludo