lunes, 31 de marzo de 2014

De maletillas, aprendiendo a vivir

Aquellos capas que le robaban muletazos a novillos que superaban los seis y siete años, verdaderas moles con arboladuras que daban pánico y que hacían que los espectadores pudieran albergar esperanzas de ver volar a alguno de los que se atrevían a meter mano al "novillo"


El maletilla, el capa, es uno de esos personajes poliédricos que han habitado el mundo del toro, que igual encarnaban al extremo el romanticismo de los que querían ser toreros, como se convertían en paradigma de la golfería, la picaresca y una forma de vivir en la que no se respetaba nada, aunque sus formas aparentaran lo contrario. Hoy pedían asilo en un pueblo, eran acogidos por una familia que compartía con ellos el puchero y al día siguiente desaparecían, de la misma forma que lo hacían dos o tres gallinas del corral de los samaritanos que les abrieron las puertas de su casa. Iban recorriendo las fiestas de los pueblos, capeando un ganado maleado, viejo y que en cada derrote buscaba el bulto con descaro. Un duro y arriesgado aprendizaje en el que las primeras letras de la gloria eran las de aprender a defenderse de los gañafones del morlaco, de los mozos del pueblo y en no menos ocasiones del cabo de la Guardia Civil.

No era extraño ver a los capas por las carreteras con el hatillo al hombro, esperando que alguien les acercara a una finca cercana. Esto era ir como un rey, sin tener que estar pendiente de los vigilantes de los trenes en los que viajaban de matute. En estos casos, si el buen samaritano era aficionado, hasta se permitía una charla de toros y hasta pensar si no habría llevado al nuevo Belmonte. Llegaban a las placitas de tientas como abejas a la miel, trepaban a las tapias y esperaban a que el ganadero o el maestro que estuviera tentando, con permiso del propietario, les hiciese una señal para bajar al ruedo y poder mostrar lo que llevaban dentro.

Pero ya no quedan maletillas, bueno sí, uno y con rango de capitán general, Conrado, el maletilla de Ciudad Rodrigo, que con unos pocos años, ha seguido matando su afición pegando algún que otro muletazo en los Carnavales del Toro. No sé si sigue o no, pero pasaba de los ochenta y aún seguía con ese querer ser torero. Muy menudito, con el pelo blanco y con cara de querer echar para adelante. Pero creo que aparte de Conrado, no debe quedar ya ninguno que haga los caminos al viejo estilo. Las cosas han cambiado mucho, lo que no quiere decir que no sea un trayecto lleno de baches y curvas cerradas con peligro de salirse de la carretera. El aprendizaje empieza en las escuelas que hace años empezaron a prodigarse por toda la península. Como en todo, estas tienen sus detractores y sus defensores. Personalmente pienso que es mucho mejor aprender en un sitio fijo y recibiendo las enseñanzas impartidas por profesores que vayan haciendo crecer al torero, que no a golpes y tropezones por esos mundos de Dios.

Habrá quién ya se haya mostrado en desacuerdo con mi último párrafo y lo entiendo; por eso paso a explicarme de inmediato. Las escuelas en si son beneficiosas, creo que no hay nada más productivo para el mundo del Toro que el que haya Escuelas de Tauromaquia. Otra cosa es lo que en estas se enseñe. Si lo que los chavales aprenden es lo que es el toro, la lidia, la historia, el por que de todo esto, el respeto al toro, el amor, en definitiva a este espectáculo y se les hace entender el objeto final de la Fiesta y el papel que ganaderos, empresarios, apoderados, toreros y público, interpretan en esta función, ya habremos ganado mucho. Pero claro, ¿cuántas escuelas hay en la actualidad que se ciñan a esta idea del Toreo? No lo piensen más, como decía aquel al que le preguntaban que cuántas veces había estado en Londres, una o ninguna.

Las Escuelas de Tauromaquia, donde podemos incluir los Centros de Alto Rendimiento, ese eufemismo creado para poder conseguir mayores réditos económicos, enseñan a pegar pases y a evitar que el toro coja a los chavales. Pero claro, hay dos formas de conseguir esto, o a través del conocimiento del toro y sus comportamientos durante la lidia y los instrumentos que esta pone a su alcance o por medio de la trampa, el engaño y la soberbia del ignorante que se cree superior a cualquiera que no se haya puesto. Enseguida tiran de eso del respeto. La cosa es saber pegar muchos pases y que a uno le canten aquello del “Bieeeeejjjnnn torero”. Si a esto unimos que las vacas de que puedan disponer para aprender nunca son suficientes y a veces no llegan para todos, pues el resultado es el que es. Porque claro, no nos engañemos, tal y como andan las cosas, si el padre del mozo pone el parné sobre la mesa o si en su lugar lo hace un “ponedor”, entonces ya tenemos garantizada una carrera prolongada, plena de éxitos y teniendo el dinero por castigo. Luego, cuando ya se ha desplumado al pardillo, se le echa la culpa al chaval, que no vale, que no ha aprovechado todo lo que se le puesto en bandeja de plata o que no se ha puesto toda la pasta que hacía falta y claro, así no se puede. Unos a buscar otros lilas y los otros a pensar en como tapar el boquete del niño, que un día dijo que quería ser torero.


Aunque ya se sabe que en el mundo del toro no todo es matemática pura. También están los que no se resignan a no pelear y si hace falta se van a Salamanca a torear en el campo, en ganaderías de las complicadas y si hace falta duermen en el coche, porque la ilusión u las ganas de ser hacen que las incomodidades lo sean menos. Ni el frío, ni la escasez, ni los batacazos de las machorras, ni los desaires de alcaldes de su pueblo, o del de su familia, ni de los aficionados/ empresarios que te dejan fuera de los carteles de tu pueblo, por no poner dinero, por no comprar entradas o porque quieran “hacer un favor” a alguien con más posibles. Así de fácil está la cosa. Ahora mismo tengo a dos personas en la cabeza a un chaval al que una vez cuando le preguntaron que de qué color era su vestido favorito, respondió que solo tenía uno de ya usado, pero que lo que le preocupaba era ser torero, no los colores de los trajes. Y mi otro pensamiento es para un torero, que en vías de querer serlo, llegado un día en que le pidieron poner, como el no tenía nada que poner, le dijeron que tirara de su padre. Este, ni corto, ni perezoso, le contestó que su padre no quería ser torero, que el que quería torear era él, no su padre. Duro, ¿verdad? Pues sí, aunque lo peor es que esta es la realidad de la Fiesta solo para querer dar los primeros pasos. Quizá el denominador común de la escuela de los caminos y la de ahora sea la frase que iniciaba todo esto: De maletillas, aprendiendo a vivir.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Alrededor de la Gran Feria de 2014

Cuando no se para el tiempo y casi se nos para el corazón


Ya hemos analizado concienzudamente los carteles de la mayor feria del año en curso, hemos despotricado contra la empresa organizadora, nos hemos quejado lo que nos ha parecido bien y nos hemos felicitado menos de lo que nos hubiera gustado, pero ahora toca desvelar todo lo que rodea a lo sucedido y lo que va a suceder en torno a esa plaza que es mejor no nombra en estos momentos, sobre todo por el sucedido que voy a relatar. Seguro que nadie se ha enterado de que a punto hemos estado de vivir un plante modo Sevilla en esta gran plaza. Como el que no quiere la cosa, todo empezó un día, por la mañana en que se recibió una llamada de teléfono de un maestro. Permítanme no decir nombres, pues tampoco quiero comprometer a nadie y menos si esa persona se encuentra convaleciente de un percance, con la clavícula fracturada y una cornada en la axila, así que mantendré el secreto; pues bien, dicha persona, este matador de toros, pidió a la telefonista que se ofrecía para torear la de Cuadri, Ibán y Escolar en mayo. ¡Caramba, caramba! Qué dilema para la señorita, se lo pasaba a don fulano de tal por aquello del ganado o a don menganito, porque tratándose de una figura, la cosa costaría sus buenos duros, pero claro, ¿por qué no a monsieur zutanó? Seguro que ante ese ofrecimiento, él montaría una carpa en la Plaza Mayor del lugar y pondría en marcha un tascurrio de esos que monta con solo chascar los dedos, en medio de la Castellana. ¿Qué hacer? Al final le pasó la llamada a menganito Junior, o sea a menganitinito, que él sabría entretenerle. Anda que no se puso contento el señor menganitinito, tanto, que se fue corriendo a contarle lo ocurrido a don menganito:

-          “Papa, papa, ya tengo arreglao lo de la feria de este año, he convencido a “fulano de tal”, al que le deseamos una pronta recuperación, para que toree tres tías en la feria, Cuadri, Ibán y Escolar.
-          ¿Qué dices? ¿Y ya lo tienes cerrado?
-          Sí, papa, del todo.
-          Pero, ¡tú eres tonto!, teníamos ya contratado para esos días a… - tampoco diremos nombres en este caso, pues no quiero señalar a nadie, sobre todo por si se cabrea y no vuelve a querer volver a esta plaza, como ya ocurrió  el año pasado, aunque él sea natural de un pueblo de la misma Comunidad, al lado de Mejorada del Campo- y además le di mi palabra de que nadie le haría sombra esas tres tardes.
-          Pero, papa, ¿sólo van a torear en el sol?
-          ¡Ay! Si no fuera porque eres bien simpático…

El pobre hijo de su padre no entendía nada, pero en estas que entra el señor fulano todo azorado por la puerta del despacho, ignorando los ruegos de la secretaria que le pedía que no pasara, que su jefe estaba reunido.

-          Es la bomba, hemos salvado la feria, el abono, lo de la tele y la temporada entera; me ha llamado en persona… -un matador que el año pasado la lió parda para conseguir matar los toros de un señor de Galapagar en solitario- que quiere torear la de…
-          Cuadri, Ibán y Escolar…
-          ¿También te ha llamado a ti?
-          No, no me ha llamado, pero es lo mismo que quieren estas otras dos figuras y no admiten competencia posible en el cartel.
-          ¡Jodo!
-          Papa, ¿y por qué con él no te enfadas?
-          Pues es lo mismo que quiere este, nadie que le pueda molestar. ¿Y qué hacemos?
-          No sé, pero es un verdadero problema. No podrán conformarse con las borregas de todos los años…
-          Papa, es que el que me ha llamado a mí me ha dicho que quiere cambiar, que ya está cansado de hacer el ridí…
-          ¿Te quieres callar?

Menuda situación que se planteaba y en que momento tan inoportuno. Pero ya se sabe, las desgracias nunca vienen solas. Desde lejos se podía oír un revuelo de voces que crecía y se hacía más perceptible a medida que la persona se acercaba, con toda seguridad, para sumarse a la reunión.

-          Nunca podgéis agdadecegme mis logdos y lo sobresaliente de mi gestión, os tdaigo le plus grande logdo en la histoguia de la taugomaquía, he contdatado a… - tampoco diremos el nombre un torero alicantino, aunque se llame como el río que atraviesa Madrid, ni el de otro torero caracterizado por esas faenas eternas, y más después de su reciente casamiento hace unos meses- paga un mano a mano gdandioso guetdansmitido pog televisión a todo el mundo univegsal, paga difundig la fiesta brava como hecsho cultugal y agtístico. Un duelo de caballegos dividido en tdes tardes, con los togos de…
-          (Todos a coro) Cuadri, Ibán y Escolar.
-          ¿Cómo lo sabéis? Me han espiado, he sido obyeto de espionague en mi pdopia casa, esto debe agueglagse en el campo del honog.
-          Que no hombre, que no, es que a esas mismas se han apuntado…
-          Mon dieu. Qué situación más incómoda. Lamento que tengáis que pasag pog ese tdance de decigles que ya habdá contratado un magnifiquic mano a mano.
-          (Todos) ¿eeeeh?
-          Entonshés, ce n’est past possible?
-          (Todos) Noooo.
-          Oh la la la, lamentabbblle.
-          Pero, papa, podemos llamar al que detiene el tiempo y que se apunte él a esas corridas.
-          Hijo, tú eres…
-         No, hombre, no, deja al chico, él sólo quería ayudar, ¿verdad que sí bonito?
-         Sí, pero mi papa me presiona.
-         Clago, eso es, llamaguemos a quien detiene el tiempó, eso es.
-         ¿Lo ves hijo? Ya le has contagiado al monsieur.
-         Que sí, le llamaguemos pga que convenza alos demás de que esas coguidás no son las idoneás paga ellos.

Y así se decidió llamar al demiurgo del toreo, al que detiene los relojes, y se le instó a que descubriera a sus compañeros de lo poco adecuado que era que ellos, los  máximos exponentes del toreo moderno, midieran su arte ante esos bicharracos que no permiten expresarse, que hacen que tengan que guardarse dentro su sensibilidad de seres superiores. Todo estaba preparado, los astros y sus mentores reunidos en una misma mesa instalada en el claustro del Monasterio de Santa Gervasia Virgen y Mártir, a la sombra de un cocotero milenario, al pie del monte Costerrón. El paraje era inigualable, con un ambiente de recogimiento que los monjes que allí habitaban alimentaban con su silencio; elegido especialmente por el artista supremo para hacer llegar a sus compañeros sus pensamientos. A la hora prevista se abrieron las puertas que daban acceso al refectorio, por las que se esperaba apareciera el parlamentario que allí les había citado. Todas las miradas se clavaron en aquel punto; dos encapuchados que no dejaban ver su rostro apartaron en perfecta sincronía las dos hojas de la entrada. La tensión crecía y la espera se hacía asfixiante. Nadie apareció, pero las miradas seguían fijas en un punto indeterminado de aquella apertura. Pero nadie asomaba, ni parecía que lo fuera a hacer. Se empezaron a cruzar gestos de duda, desconfianza, asombro y un mal disimulado buen humor que pretendía ocultar la sorpresa. La tensión se rompió cuando uno de los presentes se levantó para saber qué era lo que allí ocurría.

-          Es incdeible, no hay nadié. Estoy desolé.

Un estruendo de sillas fue el preámbulo de una revuelta provocada por todos los presentes cuando violentamente se pusieron en pie mientras manoteaban al aire y voceaban histéricamente dejando ver lo ofendidos que se sentían. Agitaban la cabeza de parte a parte buscando la salida, mientras gritaban con furia a los señores empresarios:

-          Esto es un insulto a los pilares de la Fiesta.
-           Es intolerable, están pisoteando nuestra clase.
-          Se está ninguneando nuestra categoría.

Y así, uno por uno se marcharon del recinto jurando que era la última vez que se ofrecían para redimir la Fiesta de los males que a ella han traído los aficionados, los que abogan por la tragedia y que quieren verles con las tripas fuera. Que las corriditas de los Cuadri, Ibán y Escolar las matara el que quisiera, porque ellos no, y es más, tendría que pasar mucho tiempo para olvidar semejante burla. Mientras, familiares y mentores de los maestros se despedían atropelladamente de los señores empresarios pidiendo perdón y coincidiendo en una única preocupación:

-          Pero esto no influye para los dineros acordados, ¿no?
-          Noooo, por supuesto, claro que no, nosotros respetamos la palabra dada, aunque ahora tengamos que buscar a quien poner esas tres tardes.

Qué paradoja, el escándalo imprevisto y descontrolado evitó un cisma en la cumbre del toreo. El que detenía el tiempo no apareció, pero daba igual, su intercesión no fue necesaria. Los que allí quedaban, aliviados fueron recogiendo sus cosas, esperando olvidar aquel desagradable incidente.

-          Bueno, yo me voy, que tengo que ver unas vacas en el campo.
-          Un placeg como siempre. Aurrevoire, pónganme a los pies de sus señogas.
-          ¿Vienes niño?
-          No, papa, ya voy después, que me estoy haciendo pis.
-          Pues hala, ahí te quedas.

Con la urgencia que la naturaleza le obligaba, el señor hijo, aquel que llamamos menganitinito, recorría pasillos, atravesaba puertas y, de repente, un fuerte olor a habano detuvo su carrera. Miró a un lado y a otro y allí encontró al demiurgo clavado frente a un capitel en el que se veía una escena del Demonio fornicando con una cabra. El artista no pestañeaba, igual que el sorprendido que le sorprendió ante tal imagen. Aquel se le volvió, le miró sin interés y le dijo:
-          Es… curioso… el… poder… del… silencio… y… el… efecto… que… puede… provocar… en… las… personas… ¿verdad?
-          Sí, sí, claro, maestro.

-          Está… usted…sobre… un… charco… de… agua… o … lo … que… sea… ¿Un… cafelito?

domingo, 23 de marzo de 2014

San Isidro 2014, mobbing al aficionado

El aficionado va al encuentro, intuyendo el bajonazo que se le viene encima


Quizá sea un término demodé, caduco y sin sentido, pues ahora ya no hace falta hacerle la vida imposible al trabajador de una empresa al que se quiere fuera de esta, basta con decirle que está fuera y punto, pero como al aficionado de Madrid no se le puede echar con tanta facilidad, porque como además este se resiste a dimitir de su pasión, se hace necesario emplear otros métodos, como hacer que parezca un accidente.

No sé cuántos años llevamos calificando como basura a las sucesivas ferias que los señores de Taurodelta nos ponen delante. Yo he leído y oído de todo, que si es mejor que las de años pasados, que si al menos hay una cuarta parte de tardes que merecen la pena, que sube el caché la presencia de Ponce, pero, ¿realmente ustedes creen que esta es una feria acorde con el prestigio que se le supone a la plaza de Madrid? Pues si tenemos que pensar en el paradigma de lo que es la primera plaza del mundo, pues me da que los carteles dejan mucho, pero mucho que desear, aunque si tomamos como patrón lo que gusta al público, bien asistente a la plaza o por televisión, y a los cánones que impone la tele del más, es un ciclo redondo, si acaso se echa de menos al bombero torero, por aquello de la diversión asegurada y para que durante este mes de toros haga acto de presencia la dignidad y seriedad de gente que vive del toro.

Otros años se podría decir que es lo que hay y que no hay más que rascar, pero no creo que esto sea así en este caso. Hay toreros como Juan Mora, José Tomás, incluso Frascuelo y alguno que pueda andar por ahí, que interesan infinitamente más que ese Eugenio de Mora, Víctor Puerto, El Capea, más los Fandi, Iván García, Tejela, Pinar, Ritter y hasta Rafaelillo. Ideales para llenar huecos, para abaratar el presupuesto de una corrida y para hacerles tragar con lo que mande la autoridad competente y dueña de los dineros. Algunos ya han gastado todos sus bonos para estar en la feria, casi hasta para asomarse por Madrid, pero nada, ahí siguen llamándoles, a ver si ya acaban de convencernos de que son muy simpáticos, muy buenos chicos o voluntariosos, porque lo de la vulgaridad, falta de capacidades taurinas y falta de facultades, ya llevan años dejándolo clarito como el agua.

Luego hay otro grupo de toreros que gusten o no gusten, más o menos se han justificado, véase el caso de Paco Ureña o Juan del Álamo, sin entrar en la forma en que consiguieron esos méritos, con paisanaje o no apoyando y si la presidencia estaba en el día tonto de dar orejas a lo loco. Detrás vienen los fijos del circo itinerante de Taurinos Productions Itinerantes, asociados con los que se ponen en Madrid, caiga quien caiga, con Perera como ejemplo de los primeros y Uceda de los segundos, los se suponen que han triunfado en otras plazas y las figuritas, que aunque no se esté de acuerdo con sus quehaceres, deben estar presentes y justificarse en la plaza de Madrid. ¿Los apetecibles? Pues muy pocos, Ángel Teruel, a ver si lo del año pasado no fue una casualidad, Fandiño, por causas más que conocidas y para comprobar si su camino va en ascenso o si se ha desviado a la comodidad del lado oscuro, Morenito de Aranda y Curro Díaz, que igual se encuentran inspirados, Urdiales, a ver si este año sí, Castaño con sus chicos, y El Cid, después de aquella tarde que paró el pulso de casi todos y que dejó fríos a uno o dos que no debían tener el día. Ponga usted a Talavante como incógnita suprema después de sus declaraciones de que está harto de los retorcimientos y para usted de contar. Que yo no sé ustedes, pero si servidor tuviera que sacar una entrada en la reventa, no iba a los toros ni la tarde de la exquisita merienda con la que la compañera de grada nos deleita por su cumpleaños; que no es moco de pavo, ni mucho menos.


El ganado es una de esas cosas que creo que no acabaré de entender jamás; con corridas que el año anterior, y otros precedentes también, no se sujetaban en pie, pero que ahí siguen, con contrato fijo, mientras otras, reclamadas por la afición, no vienen ni con contrato de becario. Están los hierros que entre todos no soportan ni un puyazo, lo cual tampoco es importante hoy en día, si acaso para cuatro trágicos que se creen eso de que en esto debe salir el toro. Díganme los méritos de Martín Lorca, La Palmosilla, Jandilla, Montalvo, Pereda, incluso de Victoriano del Río, El Puerto, Alcurrucen, Victorino. Unos no valen ni para bueyes de carros y los otros son fijos, ya puede ser que lleven años a rastras, que lo de picar sus toros sea una utopía de ilusos aficionados, que hasta premios reciben, y lo gordo es que los reciben con orgullo, sin asomo de vergüenza, ni atisbo de posible afición. Después hay ahí unas cuantas vacadas que andan en el filo de la navaja, que igual sí, que no, que caiga un chaparrón, Valdefresno, Ventorrillo, Peñajara, Ibán, El Pilar, más las clásicas que traen emoción, aunque sea muy complicado verles una corrida con calidad, con lo que se ha entendido siempre por una buena corrida de toros, lo de Adolfo y Escolar. Este año viene Miura a pasear su leyenda por Madrid, los de Couto, que al menos cuentan con la ventaja de la novedad y los antecedentes en alguna novillada en las Ventas. La siempre esperada corrida de Cuadri, única presencia del toro de verdad, que unos llegarán a ver bravos y encastados, otros mansos y descastados, pero que demuestra que el toro de lidia no tiene nada que ver con esos mojicones desmochados robotizados que derrochan toreabilidad, durabilidad y la estupidez de tanto interesado que se quiere divertir, pero no en la plaza, fuera de ella, con la pasta que se ha llevado de los ingenuos que seguimos pagando por ir a los toros. Eso sí, no veremos los de Javier Molina, no vaya a ser que los señoritos no puedan con ellos, los de Escobar, tres cuartos de lo mismo, los de Flor de Jara, por si se les desmandan, cualquier ganadería de Graciliano, los de Villamarta que fueron interesantes, ni los de Moreno Silva, que no vienen a Madrid ni camuflados como Juan Pedros. Que gran pecado el de este ganadero, que echó una novillada encastada hace años, que a los chavales se les fueron dos a los corrales por incapaces y se castiga al ganadero. De locos, o quizá no lo sea tanto, igual de lo que se trata es de intentar que el aficionado vaya sintiéndose incómodo, defraudado, asaltado en los caminos, para que de una vez se vaya de las plazas y para que los taurinos puedan atropellar a su antojo. Pero de lo que no se dan cuenta es que esos públicos verbeneros y esos nuevos eruditos enciclopédicos, no aguantarán tantos desplantes como los verdaderos aficionados. De momento tendremos que seguir intentando digerir la “mejor feria” de los últimos años, lo que no quiere decir, ni mucho menos, que sea interesante y que no deje de ser una auténtica bazofia cuartelera.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Quedémonos con lo positivo


El toro se vuelve para buscar algo positivo, pero el principal tiene que ser él, si no, no hay nada que rascar.

No sé si habrá alguien que no esté harto, cansado y aburrido de esta corriente de negativismo que azota el mundo de los toros y de la que tanto se duelen los taurinos. Todo esta mal, el presente mal, el futuro mal, lo que podría ilusionar a todo lo más despierta recelos, todo se pasa bajo la lupa de la desconfianza, ya vengan Joselito y Belmonte y se vistan de luces otra vez, los aficionados siempre pensarán que aquí hay gato encerrado. Hay que buscar lo bueno, como que por ejemplo ya ha empezado la temporada, que la torería estará estrenando los ternos que encargó para este nuevo año de Toros. El Toreo es una de la disciplinas que más belleza pueden ofrecer al espectador, en emoción no sé si puede existir algo que pueda superarlo, un caudal de sensaciones imposibles de canalizar, una fiera que no se puede domesticar, porque te puede arrollar. El toro, símbolo de la bravura, la casta, la nobleza, la fiereza, la fuerza, que la inteligencia del torero transforma en arte efímero y supremo. ¿Cómo que no hay nada positivo en los Toros? Pero a pesar de todo, somos muchos los que no sabemos salirnos de esa senda de lo negativo. Me recuerda aquel entrenador de fútbol que se quejaba “Siemprrre negativo, nada positivo”. Ahora le entiendo.

Pero, ¿qué nos empuja a dejarnos envolver por esta atmósfera de negros presagios, negro presente y negros horizontes? Quizá hay cierto paralelismo entre el Toro y otras parcelas de la vida. Ustedes me dirán en casos como el de Siria, ¿es que no hay nada bueno? ¿No ha y allí nada más que la guerra? ¿Verdad que sí? Tiene que ser un país maravilloso: Damasco, la ciudad que ha sido poblada durante más tiempo ininterrumpidamente en el mundo; Alepo, la más antigua de la actualidad, los castillos de los tiempos de los Cruzados. Pero no, nos centramos en las bombas, los millones de niños que pasan hambre y sufren la enfermedad sin posibilidad de recibir asistencia médica, los millones de refugiados, las crecientes cifras de muertos, las casi nulas posibilidades de encontrar una solución al conflicto. Con tantas cosas bonitas que habrá en aquellas tierras. ¿Y qué me dicen de nuestro país? España es una belleza en sí misma, no creo que nadie vaya a contradecirme, con una cultura, una historia, una riqueza monumental, sus tradiciones, el clima y tantas cosas más que son la envidia en todo el mundo. Pero no, ahí dale que dale con que hay seis millones de parados, con que la pobreza se extiende a marchas forzadas, con la pérdida de derechos, la corrupción presente más presente que el sol y más dañina que la peste, el desmantelamiento de la Sanidad y la Educación Públicas, una Justicia al alcance del que pueda pagarla, gobiernos inoperantes, etc… Sólo se quiere ver lo negativo. Y no hablemos de Venezuela, un país que es el paradigma del Edén, con una naturaleza apabullante, riquezas inagotables, una cantera de bellezas y triunfadoras en los certámenes de Miss Universo, Boris Izaguirre y el país con mayor variedad de aves en el mundo. Pero como lo que nos interesa es lo malo, nos paramos en que el pueblo está partido en dos, que el poder oprime a toda la población, aplasta a los opositores y si se hace necesario, se elimina al que molesta. Crece la cifra de muertos en los enfrentamientos entre partidarios de uno y otro lado. Ya se lo digo yo a mi amigo Haroldo, chico, olvídate de tantos problemas y disfruta de la vegetación exuberante, de los cielos azules y de ese clima tropical envidiable. Fuera penas.

Y qué me dicen ustedes, que ahora resulta que el señor Urdangarín es un delincuente. ¿No tiene otras virtudes? Claro que sí, porque aparte de ser una persona culta, educada, bien parecida, fue medallista olímpico defendiendo la camiseta de España. Pero no, eso no cuenta, lo único que vale es que dicen que un juez dice que ha hecho cosas poco honorables. Como el señor Bárcenas, antes amigo de todos, un señor amable, bien peinado, que sabía disfrutar de la vida y ahora todo eso era malo. Una injusticia, él que tanta felicidad y alegrías repartió, y mira el pago que ha recibido. O Julián Muñoz, con los buenos ratos que hizo pasar a los fans de los programas de periodismo de investigación en las sobremesas de Tele Cinco, con sus chascarrillos, sus pantalones de cuello vuelto, ese bigote que parecía querer esconder esos colmillos que asomaban por debajo. Siempre lo negativo, nuca lo positivo.

Pues lo mismo que en los Toros, nos quedamos con la parte fea y obviamos la luminosidad y la pasión que se desborda en una tarde de toros. Hala, mejor nos quedamos en que el toro imperante es un animalucho bobón de presencia infame, que algunos hasta le llaman el medio toro. El fraude se ha instalado como si fuera a quedarse para siempre y los taurinos no paran de dar pasos para institucionalizar una vergüenza que quieren vestirnos de grandeza. Unos toreros incapaces que sólo se ponen delante del toro que ellos y sus mentores han impuesto, mandando al matadero o al ostracismo a ganaderías alas que no saben por dónde meterles mano. Una prensa sumisa y servil, que se pliega a los deseos de los poderosos, queriendo hacer ver una realidad mentirosa y satanizando a los que no están de acuerdo con esta fantasía infame. Que si los toros con fundas se desmochan con que les venga una brisa del mar; que si la suerte de varas está desaparecida de facto, aunque todavía salgan unos señores subidos en un penco con faldas; ese toreo desnaturalizado, adocenado y de una monotonía desesperante; unas figuras engreídas y endiosadas que exigen respeto como el que exige una tapa con una cerveza, con la salvedad de que estos ni piden la cerveza. Así estamos, por estos y otros muchos motivos, hay gente que lo ve todo negro y aparte de no disfrutar ni una gota de ilusión, hay que aguantar al típico “Encantado de haberse conocido” que te suelta eso de la evolución, de que es lo que el público demanda, que si el arte que harta, la técnica y la madre que parió a Panete, que te quites los cristales de la negatividad, aunque a veces uno no sabe si con tanto buenismo y tanta pretensión de darle la vuelta a las cosas y convertir lo malo en bueno, ¿no parecemos idiotas?  Pero nada siempre aparecerá quien te aconseje… “Quedémonos con lo positivo”.

PD.: De momento estoy queriendo digerir los carteles de San Isidro 2014, a ver qué encuentro de positivo.

lunes, 17 de marzo de 2014

Lo de Sevilla canta la gallina

Aquel día en que Curro se retiró de los ruedos hubo quién lo sintió especialmente, aunque parece que ahora empieza a darse cuenta de ello.


Dicen los sabios que tiempo al tiempo, una frase de esas que se repite y se repite y nadie le echa cuentas, no hay quien se para a reflexionar sobre su significado más profundo. Y si a continuación viene eso de que el tiempo pone a cada uno en su lugar, entonces ya sería tema para un congreso de filosofía, con eminencias de todo el orbe de las eminencias eminentes. Y, ¿qué a que viene toda esta reflexión sobre lo efímero del tiempo y su pertinaz cabezonería? Pues muy sencillo; hace unos mese explotó lo de Sevilla, aquello de que los cincos grandes de la Fiesta no se vestirían de luces en la feria de abril. Este año no sería en el que se viera a estos Teseos de la modernidad cuidar y ayudar a esos torillos con los que expresan todo lo que llevan dentro. Pero ese no es el tema. El quiz está en que fue plantarse la torería y los señores empresarios de Sevilla empezaron a recular sobre aquello que uno de los cuñados soltó en público, que si fue un calentamiento del hocico, que si fue una intoxicación transitoria de calimocho, que si eso era cosa de un amigo suyo que tiene problemas con la próstata y lo paga con los grandes dioses del Toreo, que si, que si… Pero, ¿por qué esa forma de recular los Canorea- Pagés o viceversa?

Si nos paramos a pensar un poquito, podemos darnos cuenta de que estos señores empresarios llevan años, décadas, sin tener que romperse demasiado la cabeza a la hora de preparar los carteles de las ferias, desde que Costillares se presentara con caballos. Uno tiene sus años, pero tampoco se puede ir demasiado atrás, a lo más que me llega la memoria es a los años en que Curro empezaba a ser la máxima divinidad para Sevilla. Que tampoco es poca memoria, ¿no? Pues al menos desde entonces era como eso de Maradona y diez más, Curro, Curro, Curro, más Curro y los demás, fenómeno que se dio con mayor intensidad a mediada que fueron retirándose de los ruedos aquellos toreros que muchos creemos que fueron únicos, aunque ahora parece que no es así la cosa, que comparados con los fenómenos modernos, eran unos zarrapastrosos. Luego, ya sin la presencia de don Francisco, las ferias casi venían hechas de un año para otro, hasta llegar a los tiempos de la modernidad, en que todas las ferias se montan fotocopiando carteles de un año para otro y de una ciudad para otra. Si acaso alguna variación, pero sin tampoco tenerse que romper la cabeza pensando. Es como los malos estudiantes cuando copian del compañero, que cambian alguna cosita para no despertar sospechas, porque eso de sacar un sobresaliente después de años de cates, puede resultar cuando menos, sorprendente. Así que se pone que Colón derrotó a Napoleón, se coloca como promesa, realidad y figura en ciernes a Daniel Luque y poco más, aunque las dos cosas no haya quién se las trague.

Fotocopias, cambio de cromos y Manzanares y Juli como las dos columnas de Hércules sobre las que depositar el ara sagrada de la Tauromaquia 2.0, sobre las que se ofrecen sacrificios en honor del sumo pontífice, Morante. Pero es que no te puedes fiar de nadie y menos de jovencitos endiosados, que de la noche a la mañana montan en cólera y preparan un cataclismo del copón, haciendo que se vaya a tomar vientos los postes, el peñasco de encima y la feria de abril de este año. La cantidad de tardes que se quedaban cojas sin los cinco latinos. Echen cuentas, si a cada uno les ponemos tres o cuatro tardes, nos salen un buen número de puestos que ahora hay que cubrir con otros toreros menos habituales. Se encuentran los señores empresarios con que hay que romperse la cabeza para confeccionar una feria de la categoría que exige Sevilla. ¿Cómo era eso? Ah, ya, ya está, hablamos con otros camaradas y les preguntamos a quien quieren que pongamos, para que luego ellos pongan a los que nos interesan a nosotros, pero… ¿a quiénes? Bueno, no pasa nada, no nos dejemos llevar por la negatividad, ¿habrá algún chaval prometedor que se pueda poner con las figuras? ¡Las figuras! Si no quieren venir por el bocazas de mi cuñado. Pero vale, vale, no hay que hundirse a las primeras de cambio, tenemos recursos de sobra, ponemos a Curro siete tardes y ya está, ¿no? ¡No! Curro se retiró hace años. Pues entonces habrá que ver cuál es el estado del escalafón de matadores y ya está, pero, ¿cuál es ese estado? Después de años sin estar pendiente de que pasa en el Toreo, sin tener que andar de preocupación en preocupación por ver a quién se contrata, al final, pasa lo que tiene que pasar.


¿Qué esperamos? Años sin tener que preocuparse por nada, que se perdían abonados, pues bueno, a costa de los días de las figuras se equilibraba el presupuesto y san se acabó. Pero claro, sin estas, no habrá quien saque el abono, ¿qué hacer? Pues muy fácil, a estos taurinos de pacotilla, que todo lo ven a través de las lentes del dinero, en lugar de pensar en confeccionar una feria atractiva, basada en otros argumentos que no sean las de las figuras y nada más, no se les ocurre otra cosa que rebajar los precios. Una medida plausible, pero no solo porque no estén los del plantón, sino por la situación del país y para ver si es posible que los menos favorecidos puedan ir aunque sea un día a los toros. Una ristra de despropósitos que como los chorizos y las morcillas, huelen a la legua. Unos despiertan las ganas de comer y otros las quitan con esa peste a caciquismo taurino, desconsideración al que paga y desprecio por la Fiesta de los toros. Una corta espera, de unos cuantos meses y sólo ha habido que apretarles un poquito para que cantaran la gallina.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Talavante, eso me ha llegado al alma

Cruzado, profundo, sin retorcimientos, si es que me oigo a mi mismo y no me lo creo.

Talavante, eso me ha llegado al alma

Don Alejandro Talavante, usted es de esos toreros que un día uno tomaba como ejemplo para explicar a los más jóvenes que es posible el toreo rematado atrás, que realmente es más arriesgado, pero que es lo que más se acerca al Toreo, con esa hondura y profundidad que al aficionado le hace saltar como un resorte. Pero tomando su trayectoria como referencia, tiempo después también sirve como ejemplo del destoreo y vicios propios de la Tauromaquia 2.0. Pasó del oro al oropel como si estuviera plenamente convencido y para colmo de males, se sucedían los triunfos, los palmeros jaleaban con todas sus fuerzas y todo era aclamado con delirio, hasta aquello del cante ante un borreguito moribundo. La sensación era por un lado la de parecer que había perdido completamente el norte en una borrachera de gloria tan desmesurada como poco sincera. Ya no había vuelta atrás, ya se había hecho su hueco en el circo de las figuras, sin toro y sin figuras.

Pero si uno se encuentra con esta frase dicha por usted, no dude que la descarga producida sacuda todos los recuerdos de aficionado a los toros, al tiempo que se le abren los ojos de par en par, como si oyera a un gallo cantando: “Estaba cansado de torear retorcido”. Y que esto no lo dice cualquiera, repito, lo dice Alejandro Talavante, alguien a quien un día, o varios, se le vio torear con verdad y naturalidad, sólo forzado por intentar alcanzar mayor hondura en su toreo. Que la expresión torear retorcido no creo que sea gratuita, es la descripción que muchos aficionados hacían de su toreo más reciente. Es el reconocer que algo no estaba bien y la disposición para enmendar  el error y esto siempre es de valorar, una actitud que no daña en absoluto su imagen, todo lo contrario, la engrandece.

Quizá podríamos albergar alguna duda, pero si uno sigue leyendo sus declaraciones, estas se disipan como el humo:

“He estado buscando e investigando otros caminos ante el toro que quizá me ayudaban a triunfar con más facilidad, pero, sinceramente, ninguno me ha llenado. Porque aquí no sólo se trata de pegar pases, sino de pegarlos buenos.”

“El buen toreo es sensibilidad, naturalidad y entrega sincera. El abuso de la técnica y de los recursos fáciles te aleja de la pureza y de tus propias raíces. Y me he dado cuenta de que puedo transmitir más a la gente haciendo lo mismo, pero colocándome más derecho, más de frente y más cruzado con los toros".

Alguien podría tener la fea respuesta de “¿Lo ves, lo ves? Yo tenía razón”, Pero eso es caer en un mal gusto extremo, porque esto no va de tener razón o no, porque ni nadie la tiene, ni hay donde la fabriquen. Es más, estos dos párrafos ni los voy a comentar, es una reflexión del torero en la que se puede deducir que está dispuesto a cambiar el concepto de toreo de su última época. Don Alejandro, no sé si sabrá valorar usted mismo la dimensión de estas declaraciones, seguro que no y no por ignorancia, sino porque en estos casos, el menos impresionado es el protagonista del hecho. Ni tan siquiera diré que ha vuelto al camino de la verdad, aunque lo piense, simplemente ha decidido tomar un camino que a una parte de la afición le llena más, le llega como un rayo al corazón y se aleja de una forma de hacer más alejada de lo que aprendimos de niños. Creo además que si regresa a las maneras de sus inicios su torero ganará en belleza, profundidad, trasmisión y emoción. Pero ya le digo, esto es una opinión personal, que vale lo que cada uno quiera hacerla valer y punto.

Eso sí, lo mismo hay a quien pueda molestarle, porque claro, igual alguno se ve un poco al descubierto, aunque en este caso bastaría con subirse a este mismo carro. De golpe y porrazo ha convertido posibles tardes de San Isidro de tedio, aburrimiento y vulgaridad, en días marcados para ver si salta el duende del Toreo. Gracias por despertarnos de este sueño pesado y modorro, de esa rutina que tantas veces nos ha llevado a la plaza como el que camina hacia ninguna parte con rumbo fijo. No puedo dejar de alabar la intención que encierran estas declaraciones; ya lo sabe usted, en Madrid basta con notar que se quiere, para que su gente se entregue, es lo que tiene la plaza que dicen la más complicada del mundo, pero que con esa intención ya se siente atrapada. Podemos achacar cierta culpa a Curro Vázquez, torero venerado y siempre esperado en Las Ventas, pero cuidado, que este Curro Vázquez es el mismo que desnaturalizó a otro torero y que perdía las formas y el pudor en las mañanas corraleras, clamando por el mojicón desmochado y apartando de si el toro íntegro, el que realmente da la gloria. Tiempo al tiempo.


sábado, 8 de marzo de 2014

Construir sobre la mentira

Lo curioso es que cuando aparece el Toreo puro, todo el mundo se pone de acuerdo


Si hay algo concluyente en lo que ahora se llama la Fiesta de los Toros, es la existencia de dos mundos, dos tendencias, dos puntos de vista, llamémoslo como queramos, pero esta evidencia es innegable. Por un lado están, estamos, los que nos queremos agarrar a lo que consideramos el Toreo Clásico en el que el toro era el centro de todo y al que un hombre debía hacer frente con valor, inteligencia y en los casos que fuera posible, con arte. Del otro lado están los que admiten, abrazan y aclaman una modernidad con unas normas, unos conceptos y un punto de vista totalmente opuesto, en el que el gran hacedor es el torero y todo se debe acomodar a él, a su capacidad, a su valor, si lo hay, y a su arte, que según esta nueva tendencia es la máxima que preside toda esta actividad. Haciendo un paralelismo, es como si todos los que nos atrevemos a coger un pincel fuéramos artistas per se y creáramos arte aún sin pretenderlo, pues nuestro aura así lo determina. Y les aseguro que no es así, ya podemos coger mil pinceles que el arte nos pilla muy lejos de nuestras capacidades y nuestra obra, las más de las veces si no todas, merece más acabar en la papelera, que en las paredes de un museo.

Parece que es difícil encontrar un punto de encuentro entre estas dos tendencias, unos veneran a los toreros que otros consideran la peste que acabará con este rito de pasión y jalean a unos animales que los de enfrente ven como la vergüenza y el oprobio del paradigma del toro de lidia. Unos desean rebozarse en la diversión y alegría triunfalista, mientras los otros desean zambullirse en los mares de la pasión y la emoción intensa que nace de la lucha de la vida frente a la muerte, que por otro lado es burlada a cada pase, en cada lance, en cada embestida en que dos puñales buscan empaparse de la sangre del torero. Esta es la eterna contradicción del Toreo, la muerte debe hacer presente cada tarde, pero siempre se espera que sea burlada por el maestro, el héroe que se enfrenta a su dios, el toro.

Los que tienen que compartir sus ansias de diversión se ven profundamente incomodados por los otros, esos que les fastidian la merienda, esos que no les dejan saborear el gin tonic con la pulpa troceada del fruto de la vulgaridad, la monotonía y el esperpento que es el toreo al ser reflejado en los espejos del fraude y la mentira, pero que da un dulce sabor de ficticia y efímera felicidad. Los otros por su parte desprecian la diversión, apartan de si la artificiosidad del arte por decreto y tan solo aspiran a alcanzar la gloria a caballo de esa obsesión que es su afición al toro, igual que lo hicieron otras tardes, cada vez más lejanas e infrecuentes, pero que les dejó ese querer repetir aquella sensación de no poder articular palabra, no poder explicar lo que recogieron sus ojos y ese sentirse inundado por ese arte etéreo que se apropió de su voluntad.

Me resulta casi imposible ponerme del lado de los amantes de esta modernidad y de esos que visten traje de luces, pero que lo lucen como el que hereda el traje de un difunto con menos tripa que él, más alto, más ancho de hombros y con unos brazos y piernas que llegan más lejos que los del heredero del terno. Quizá podría ponerme en su lugar, pero me falta una condición indispensable y esta no es otra que la voluntad. No quiero pasar a esa parte, sería dejarme llevar por el cinismo y la cobardía, aparte de la traición al que me enseño el por qué de esto, a los que con toda generosidad han confiado en mí aunque sólo fuera una vez y a mí mismo. Y tampoco creo que sería justo con aquellos que me fueran a recibir en su fe, pues no comparto con ellos el convencimiento de que la modernidad es el Paraíso.

Entonces, aquí viene la cuestión, ¿Por qué no crean un espectáculo nuevo, diferente, con otro nombre distinto, esos que se sienten tan incómodos con el Toreo de siempre, con sus normas, sus exigencias y, lo que es más importante, con un toro al que no aceptan como válido para el toreo? No serían los primeros disidentes que se apartaran de un lugar que no consideran el ideal y que se soltaran las cadenas del pasado. Que se lancen libremente hacia esa modernidad que preconizan; William Web Ellis ya lo hizo allá en la primera mitad del s. XIX, se atrevió a coger el balón de football con las manos, en Inglaterra, la cuna de este deporte y puso los cimientos del rugby. No pasó nada, cada uno fue por su lado y ahora conviven los dos de forma amistosa. Incluso hay aficionados a los dos juegos, pero en cada caso saben lo que van a ver. Y todos contentos, los adeptos a la Tauromaquia 2.0 estarían felices con eso que a otros nos parece el medio toro, con eso que llamamos destorear, con esos toreros que creemos vulgaridades engreídas, con esos empresarios enamorados del dinero y esa prensa que adora todo lo anterior. Adelante, den un paso adelante, déjennos a los demás, aunque seamos pocos, que sigamos añorando a los toreros de antes, al toreo profundo y mandón, al toro fiero al que hay que gobernar, al ganadero que pone por delante sus toros para el que quiera torearlos, sin ceder a exigencias bastardas. Creo que se está perdiendo un tiempo maravilloso. Que un día los aficionados de cada lugar vayan a su plaza, el mismo día y a la misma hora, y que decidan si su plaza seguirá siendo una plaza de toros o un multiusos neomodernista.

Si no, seguiremos aguantando mecha y pensando que unos señores se han apropiado de un patrimonio que no era suyo y se han puesto a construir un adefesio sobre la mentira de que todo lo actual es lo fantástico y lo pasado un bodrio amorfo. Pues muy bien, déjennos con nuestro bodrio amorfo. Que resulta que el toro debe ser un muñequito bobo y sin rasgos de toro, pequeñito, porque así lo fue siempre hasta que los malotes de Madrid se empeñaron en que dejara de ser así. Además siempre encontraremos una foto sobre la que apoyar tal argumento, despreciando otras muchas que les llevarían la contraria. Eso sí, para ensalzar a sus dioses buscan y rebuscan para ponerles delante de un toro, aunque esto pueda ser una tarea casi imposible, pero da igual, entonces se echa mano del argumento del toro chico. Nos quieren hacer creer que el toro de hoy es la bravura hecha animal y lo más encastado desde el Minotauro, pretendiendo confundirnos con que la casta es sentido; el nervio, casta; la bobonería, bravura; la bravura, nobleza; la nobleza, casta; la bravura, durabilidad; la durabilidad, casta; el genio, imposibilidad; la bravura, toreabilidad; la toreabilidad y durabilidad, cualquier cosa, menos lo que es, esa nube de opio que adormece los sentidos y la afición.


Pero sinceramente no creo que haya discusión posible, unos hablan en alemán y los otros en chino mandarían, unos hablan de setas y otros de folklore del Kurdistán. Urge este reparto de prendas para que así cada uno pueda elegir lo que le venga en gana, sin el peligro de sentirse engañado, timado y vilipendiado por aquellos que no entienden sus gustos. ¿Cómo los van a entender cuando se habla de cosas muy diferentes? Unos ven en el primer tercio la oportunidad de pedir bebidas o sacar la merienda, deseando que el trámite pase rápido y hasta desearían que nuca tuviera que salir el penco con un botijo cabalgándole. Por el contrario, la otra gente hace del tercio de varas una necesidad imprescindible para el Toreo y para la supervivencia de este espectáculo. Unos han traspasado sobradamente esa línea del arte absoluto en que quieren convertir los Toros y otros no quieren ni acercarse a ella, pues entienden que esa es la frontera que separa la cursilería y amaneramiento, del Toreo de verdad, ese en el que el toro engrandece al torero y el torero dignifica al toro. Pero ya hay que empezar a sacar a la luz la verdad y evitar esa lacra que supone “Construir sobre la mentira”.

martes, 4 de marzo de 2014

Calendario de presentaciones en curso

Habrá más de uno que se presente en las marismas, en las Mrismas del Guadalquivir


Al mundo del toro le cuesta entrar en la modernidad, siempre hay tres o cuatro, cuando no más, que no soportan el progreso y se dedican a jorobar la fiesta, pero una vez que ceden los incrédulos, abrazamos los avances con pasión de enamorados quinceañeros. Fíjense ustedes con lo de las presentaciones de la temporada que ya ha dado sus primeros lances de tanteo, aunque no creo que se pueda dar esto por empezado oficialmente hasta que las figuras decidan cómo va a transcurrir este año de figuras, aunque no está claro que se de toros.

Tuvo que ser Julián López, “El Juli”, quien nos enseñara el camino a seguir, como líder y alma que es de la Tauromaquia 2.0; él ha sido otra vez el adelantado del Toreo, acompañado de su fiel escudero, el señor Domínguez de Valladolid. Para que luego haya quien dude de quién es el rey en esta república taurina. Mueve un dedo y todos detrás a seguir su estela, lo que ha hecho que tuviera que ponerme en marcha para intentar dar noticia de quién, cuándo y dónde sean celebradas las próximas presentaciones. A ello me ha ayudado mi red de informadores que tan discretamente se infiltran en los entornos de las figuras y demás protagonistas de la Fiesta. Según ellos, estos serán los acontecimientos que no nos podemos perder.

Según se decía, Morante la Puebla presentaría su temporada en la Discoteca Joy Eslava, pero según parece se ha cambiado el sitio y será, si las noticias se confirman, en un lugar acorde con el arte y sensibilidad del maestro. Y que mejor que un museo, un lugar donde las obras de arte y el arte del Toreo se  interrelacionen, que interactúen entre si hasta lograr la sublimación mágica de la creación. Por eso, el punto elegido será el Museo del Jamón, que además cuenta con guardacoches para facilitar el acceso a los asistentes, que incluso, una vez concluido el acto, podrán hacer la compra y llevarse un buen embutido a su casa. No dejen pasar la ocasión, por cada cuarto de jamón de recebo, una cuñita de queso de tetilla y un calendario de bolsillo del 2014, con todos los días festivos del calendario nacional. Una ganga.

Por su parte, Alejandro Talavante parece haber cerrado ya fechas con la Peña Flamenca de Alcobendas, “El Gipío”, satisfaciendo así su otra gran pasión, el cante, en el que ha demostrado sobradas dotes artísticas. Le acompañarán colegas como “Los Chunguitos”, “Los Manolos”, “Azúcar Moreno” y “Los Cantores de las Marismas del Ebro”. Que a poco que la cosa se entone, el maestro se puede arrancar. Parece, además, que una de las novedades que pueden adornar las tardes de gloria de Talavante sea que al final del festejo se organice una kermesse flamenca en la que el extremeño despliegue su recital de cante; es más, hasta se habla de que las rancheras pueden transportarnos a México, más que nada para rentabilizar el vestuario que luce en los festivales. No me negarán que esto es espíritu de superación.

Miguel Ángel Perera parece ser que se ha “enfadao” y aún no hay decidido dónde hará su presentación, aunque antes tiene que elegir las plazas en las que actuará, porque quiere evitar aquellas que no le tratan bien, que le molestan profundamente y a las que tiene que lanzar esas miradas fulminantes de “os vais a enterar”, para endilgarles una faena eterna que desespera al personal. Tenía varias opciones sobre la mesa, aunque las ha desestimado todas, aunque se ha filtrado que bien podía ser en el Colegio de Fisioterapeutas, colectivo con el que mantiene una buena relación desde hace años. Hasta se dice que le hacen precio cuando se saca el abono anual de masajes en los lomos.

El Fundi lo tenía claro desde el principio y ha optado por el circuito de Cheste, dónde habrá espacio suficiente para mostrar los nuevos adelantos de su motor de 32 válvulas en uve, el “DF 14” con la nueva aerodinámica de los trajes de luces que ha diseñado Justo Algaba. La nueva disposición de las hombreras creará un efecto suelo, generando un mayor agarre en las curvas. Igualmente, los contrapesos instalados en los machos permitirán una frenada más eficaz y mayor limpieza y altura en los saltos. En un principio hubo problemas en la elección de Cheste, pues simultáneamente se celebrarían los entrenamientos de los equipos del Mundial de Motociclismo, pero El Fandi ha prometido no achucharles demasiado y hacer los adelantamientos sin pegarse a los motociclistas, para evitar que estos pudieran desestabilizarse y caerse de sus monturas.

El francés Sebastián Castella se ha decidido por la Abadía de Cluny, donde se vivirá una jornada de retiro y reflexión, caracterizada por la introspección y mirada de los asistentes a su interior místico, evitando emitir sonido alguno, a excepción del mantra sagrado de “Bieeejjjnnn torero. Cabe la posibilidad de que al cierre de este encuentro nadie sepa en qué va a consistir la temporada del francés, pero, ¿y lo felices que estarán todos al reencontrarse con su yo privado?

Y no solo son los matadores de toros los presentadores de este año taurino, a esta corriente de transparencia y acercamiento del mundo del toro a la sociedad, también se apunta una ganadería de postín, Núñez del Cuvillo, que tal y como ha informado el Departamento de Comunicación y Realciones Externas de la vacada, expondrá sus objetivos del nuevo curso taurino en una asamblea de accionistas en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid. Los socios compromisarios del hierro podrán valorar los logros y nuevos retos, y tendrán oportunidad de darse un baño de autoestima al ver desfilar por la pasarela a los indultados de la casa, las viejas glorias de un club selecto. También se presentará la plantilla, perdón, la camada de este año, el máximo aspirante a todos los trofeos que este año se pondrán en liza, las vacas que han dado los mejores productos y la cantera, los futuros Cuvillitos que en años venideros soportarán el peso de la púrpura de esta grandiosa divisa. Se hará el anuncio del lanzamiento de los nuevos productos de merchandising de Núñez del Cuvillo, entre los que destacan los llaveros con un toro, que harán las delicias de los niños. Únicamente tendrán que tener la precaución de darles todos los días de comer y sacarles al parque a hacer sus cosas.

En esta expansión del taurinismo y este aperturismo para entrar de nuevo en la sociedad, los areneros de varias plazas, encabezados por los de Las Ventas, han convocado su evento particular en la playa del Postiguet, en Alicante, donde animaran a que coja el trillo todo aquel que se acerque por allí. Es más bien una presentación de su actividad, tan importante durante el transcurso de la corrida. Mostrarán como se alisa el ruedo, como se deben quitar las boñigas cumpliendo con las normas sanitarias básicas, como se esparce la arena con el serón y como punto y final se han comprometido a dejar absolutamente igualada la playa, formando una armoniosa línea de areneros y así convertirse en record Guiness. 150 areneros alineados y tapando agujeros, con la dificultad añadida de no dejar sus propias huellas marcadas sobre el tapete dorado de la costa alicantina.

Los picadores desistieron de presentar nada, pues la mayoría se encontraban haciendo cola en el INEM y no querían que se les pasara el turno. Y José María Manzanares. él tan moderno, tan a la última, parece que no está por la labor de montar estos numeritos. Según se ha podido saber, se conforma con los que monta a su llegada a las plazas, sorteando mozas y dando besos hasta al repartidor del butano.

La nota negativa en esta ronda de presentaciones ha sido la protesta que ha publicado el Ballet Nacional, pues según parece una de las figuras punteras del escalafón de matadores había reservado sus instalaciones para celebrar allí el acto, rodeado de los bailarines titulares, para mostrarles su cariño y reconocerles públicamente el apoyo que de ellos recibe durante las muchas horas de entrenamiento que comparte con ellos. Pero parece ser que en una de estas sesiones uno de los profesores le llamó al orden por moverse y retorcerse demasiado y el torero se lo tomó a mal, considerándolo una falta de respeto hacia él, hacia los que se ponen, hacia la Fiesta, a la afición y a toda España junta y unida.

Estos son los actos más destacables en cuanto a presentaciones. No obstante, si alguien precisa más información, puede consultar en la página web de Taurin Events, www.taurineventsmolonesquetemueres.comor? Y ahora que nadie se haga el sueco y diga que no sabía dónde estaría su ídolo para rendirle la pleitesía que merece y que demanda, aunque no la merezca.



PD.: Quiere hacer llegar mi ánimo y solidaridad con los aficionados y amigos de Venezuela, deseando que pronto encuentren un ambiente propicio para alcanzar la libertad, la justicia y la paz.